viernes, 14 de mayo de 2010

La alimentación del cavernícola... contemporáneo

CHASCOMUS 1991

LA ALIMENTACIÓN DEL CAVERNÍCOLA... CONTEMPORÁNEO

El hombre en el afán de mejorar las cosas, (o con el pretexto de ello) ha modificado todo lo que lo rodea en algunos casos con una soberbia preocupante. Podemos decir que el niño tomó leche de su madre, un millón de años y fórmulas de "leche de vaca" llamadas especial y sutilmente "maternizadas", sólo 40 años. Esto ocurrió en gran escala, después de la 2° Guerra Mundial, cuando la mujer demostró que podía trabajar y muy bien, “siempre que no se embarazara y menos aún que tuviera que dar de mamar”.
He de referirme en esta nota a la alimentación en general, las actitudes del hombre y las comparaciones con otros mamíferos.
Contrariamente a lo que siempre se hace, no voy a demostrar más diferencias con ellos, insistir en este aspecto, ya nos debería resultar preocupante. Prefiero hacer comparaciones y mostrar similitudes, que suelen ser un tanto más interesantes y a veces ejemplares.
Hace 30.000 años, una madre seguramente amamantaba a su hijo hasta que sus pechos le permitieran, o hasta que el niño gateando o caminando en la caverna saciara su apetito comiendo solo. Ya desde los 6 meses (cuando podía permanecer sentado) se llevaba todo lo que encontraba en el suelo a la boca, lo que pudo ser una fruta, un pedacito de búfalo, un bicho bolita, una semilla etc. Hoy encontramos en los pañales de nuestros hijos, casi lo mismo pero agregamos un pedacito de plástico, un botón, y a veces un chicle.
En esos tiempos, las madres cargaban desnudas a sus hijos en brazos y estos acomodando la cabeza en el pliegue del codo de su madre, no tenían otra actividad mas que mamar, ya que en esta posición, les queda la boca a la altura del pezón de la madre. Claro está, que ella no concebía la idea de darle de comer cada 3 horas y mucho menos aun 10 minutos de una teta y luego 5 de la otra. Si bien tenían dos pecho , y podria contar con las otras madres de la caverna, no podria encontrar en ningún lugar y de ningún modo y mucho menos concebir "un reloj".
Puedo afirmar sin el más mínimo temor a equivocarme que:
1°) "ningún animal del planeta alimenta su cría mirando la hora"
2°) "ningún animal es sometido u obligado a comer por su madre".
3°) "ningún animal padece de inapetencia",
4°)"todos los animales del planeta entre comida y comida hacen ayunos obligatorios y absolutos",
5°) ningún animal del planeta entre comida y comida tiene "picaditas" y mucho menos pide o come caramelos, alfajores, chisitios, gaseosas. Claro, en la selva no hay kioscos.
6°) Ninguna madre del planeta persigue, acorrala, somete o agrede a su cría para que coma. Estas actividades sólo se ven en el animal llamado "humano", tambien llamado "superior" o "culto",
De sólo pensar en una leona "sometiendo" al cachorro de león a comer con la amenaza de feroces rugidos, o mostrándole temibles colmillos, nos daría pena por el y diríamos: "este animal, sometido perseguido y atemorizado por su madre, no llegará a Rey de la Selva".
Puede decirse que comparar el hombre con los animales es falaz y hasta peligroso, pero, todos nacemos, crecemos nos reproducimos y morimos. Algo debemos tener en común. Los animales nos enseñan "hoy", cosas que los cavernícolas hacían "ayer". En lugar de agotarse en hacerlo comer, deberíamos agotarnos en hacerlos razonar y esto si que no pueden hacer los otros animales.

Eduardo Cueto Rua.
Pediatra Gastroenterólogo

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